miércoles, 29 de julio de 2009

Poemario "Musica de Pajaros" de Oscar Sierra

Música de pájaros

Camino en las calles
escucho el viento llorar en el latido de los perros
nadie esta en su lugar:
un hombre en la ventana de cualquier edificio
un poeta en la esquina de un poema
una mujer haciendo el sexo con la oscuridad
un niño quebrando el espejismo de la vigilia
un político se suicida con su corbata de nauseas
mas allá de mis pies
el aire curvea rostros ebrios de muerte
buscan entre piedras
la nada
el vacio
la palabra
camino a puntapiés
corean mi memoria los pájaros del atardecer
mientras un recuerdo se abre en la lejanía.




Mas allá
de mis silabas
el sol está entre mis dedos
la soledad en la pupila del crepúsculo
y la muerte con su trote de caballo en mis anginas
huyo, huyo
luna en la coartada de una dama
me alcanza
acaricia mi espalda
y un beso me hunde en la rosa de la oscuridad
me ausento
no estoy
me busco
no me encuentro
solo soy un reloj en la agonía de un niño







Camino con los ojos
con la lengua escribo lo impecable
destruyo la palabra en mis rodillas
batallo contra los marfiles de alabastro
soy el poeta Panero
hurto metáforas al tiempo
pisoteo los mandamientos de Nain
rompo los espejos del rocío con una mirada
arrebato el talento de Homero
persigo a Rushdie
me creo Fernando Pessoa
al final soy la nada
todos somos nada
poetas de mierda







En un lugar cualquiera

En un espacio cualquiera
sufre algún hombre bajo la lluvia
un niño patea la palometa de sus sueños
una mujer llora el retorno de la calle
en un lugar cualquiera
ladra el perro mis huellas sobre la roca
un viejo fuma sofismas en la espalda de los atardeceres
un poeta busca sus entrañas en una cerveza extraviada
mamá mira hacia el vacío para ver si inventa recuerdos
empoza sus pupilas con la lágrima de la distancia
y el vértigo de los relojes arruga la piel de los días
en cualquier lugar existo
con una guitarra destruyendo la tristeza
de los abandonos.







La que hay de mi

No tengo memoria en mi guitarra
Ni cantos
Ni poemas
Ni olvidos
Ni la pena en mis ojos
las cosas que hay de mí:
un piano de palabras
una calle hacia mis manos
una ventana para mirar los pájaros
Un libro de poeta lejano
una flor en la ternura de mis relojes
no tengo cosas que dejar
en mis rodillas
en mis costados
la única cosa que dejo:
es la maquina de la ausencia
en forma de tren


la vida

es ilusión entramada de caminos en un punto de fuga
tiene retrato de ínfimos rostros
su maraña de tirapiés
la osadía a medio andar
su bostezo de infamias en el arrepentimiento
la vida
sublime máquina
de velocidades extremas
aeroplano de esperanzas
en cielos interminables
carril
ajedrez
ruleta rusa
conclusión de sofismas
empiezo sin bastión
es una pregunta
nada mas






A LA ESPERA
Una dama zurce esperas
en los ventanales
mientras su hombre
se hunde en el rocío de la tarde
con una estrella de hojalata
en la garganta
el niño llora a papá junto al juguete del destino
y el perro ladra la sombra del reloj
en el cadáver de lo que se espera









Nada

El tiempo se marcha
como niño sin madre
en busca de instantes
en la memoria de las huellas
lo que encuentra
es un reloj en la firmeza del dolor
un abrazo en agonía a la orilla de la casa
un adiós en el ademán de la lluvia
el tiempo se ha marchado
la poesía entre manos
duerme entre barcos de olvido
hacia mi nostalgia
sin final







Miedo

El miedo anda entre amarantos
empuña lirios en la tumba de los ausentes
lleva el canto de los pájaros en la oscuridad
bajo el sol la sangre envanece historias
hiere bocas
hunde pechos en la hazaña de la noche
el miedo con su rostro
de clavel
de arrecife
de carreta de osamentas
en mi alma el miedo es una campana
removiendo pecados
en el fruto de la culpa









No me condenen

No me señalen
con potenciales palabras
me persiguen con sus ojos de pájaros
saben
mi poesía
destruye
amarantos y olvidos














Me busco

Me busco en los pájaros de los atardeceres
bajo las piedras esta el mar que nunca navegué
garabateo la palabra que jamás escribí
abrazo la mujer que nunca llegó a mis costados
subo montañas
persigo ríos de recuerdos
estoy en la soledad de la noche
y el llanto de mi madre en la memoria











Hombre

Cometo errores
Hiero lunas
Destruyo estrellas
Conquisto damas a la orilla del crepúsculo
Anclo soledades
Beso la mujer que amo
Escribo canciones de tristeza
Sufro como cualquier hombre
Mis gripes suben a mis huesos
Mis infecciones de vagabundo
se esconden en mis palabras
soy humano
en la sabana de una mujer extraviada




mi casa

barco de piratas en la lejanía
ventanas en mis ojos
lluvia en la espalda del tejado
una mujer en la puerta ríe con la calle en su vientre
un niño en el jardín juega con los claveles
la canción del crepúsculo
pájaros adversos en el balcón
bullen huellas en las paredes
el reloj camina en harapos
las heridas andan descalzas
las cicatrices devoran la cuna en mis brazos
mi mujer se marchó hacia el vacio
la casa aún
es una algarabía de pájaros en la memoria






Infancia
Mis dedos garabatean universos en el patio
Los maúles de la infancia
las palometas
la risa del abuelo
el crochet de mamá
los rasguños del perro
el maullar del gato
la casa de los recuerdos
el lápiz jugando sin renglones
los coscorrones del profe
las escapadas hacia el crepúsculo
los aviones de papel
descalzo en harapos
el trompo y mis sofismas
las estrellas de palo
los cariños de mamá
las andanzas de papá
los brazos de la noches
mis sueños de niño
las guerras de mentira
no olvido la escuela
Envejezco
y me doy cuenta que no volveré a ser niño



















Abandono a si parece

Dos niños detrás de la puerta
la madre se marcha con el llanto en las soledades
Papá duerme sobre el vacio
lloran tras el espejo de la ventana
saben que mamá nunca volverá
el silencio como una daga hiere sus ojitos
el viento musita en sus pechos de lirios
el adiós no tiene significados
ni brújulas
ni mapas
ni canciones
el niño rasga la pared
la niña bostica tristeza
papá contempla la nada
la noche llega
la lluvia cae
un juguete se muere
la muñeca agoniza
y un beso se escapa al infinito

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